lunes, 19 de marzo de 2012

Nuestra Actividad Misionera


«Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver".

Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?".

Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo"» (Mt 25; 34-46)



Los MISIONEROS DE LA INMACULADA MADRE nos

reunimos todos los días sábados a las 09:00 hs. en el

Oratorio del 1° piso del HospitalCosme Argerich, sito en

Luis María Campos 726 de la Ciudad Autónoma

de Buenos Aires.



Los Misioneros nos reunimos movilizados por el amor de Dios que nos llama a acompañar a María Santisima a visitar a los enfermos. Una vez reunidos, recibimos la palabra de Dios y somos enviados con una oración que esta incluída en este Blog.

  
Luego de dos en dos, con una imágen de la Santisima Virgen María, recorremos las habitaciones de los enfermos, acompañándolos en su Consagración al Sacratisimo Corazón Eucarístico de Jesús y al Corazón Inmaculado de María.

Finalizada la visdita de la Viergen María nos volvemos a reunir a las 11:00 hs para entregarle a Jesús todos los sufrimientos de sus hijos y pedirle a María que interceda por todos ellos, realizando la Adoración al Santísimo Sacramento y el rezo del Santo Rosario.

Los primeros sábados de cada mes, reemplazamos la Adoración al Santísimo por la Santa Misa que nos ofrece el Capellán del Hospital.

Pero no todo es la oración y sufrimiento del enfermo, también los misioneros nos reunimos alegres para compartir momentos de esparcimiento y recreación como también de sólida formación Católica en la fe de la Iglesia, Madre y Maestra.

los misioneros este año cumpliremos 6 años de esta actividad que se desarrolla en el HMC y que se ha extendido al Hospital Vicente López.

ALGUNAS IMÁGENES DE NUESTRA HISTORIA MISIONERA

 


Ceremonia de Bendición y Coronación de las imágenes que visitan a los enfermos.

la misma se desarrolló durante una Santa Misa, precidida por el Padre Sergio Fochesato.

las imágenes en manos de los misioneros fueron llevadas al presbiterio, junto al altar para ser bendecidas y coronadas.





https://picasaweb.google.com/fgvidela/Dia230107Coronacion#


Un misionero se arrodilla frente a la imágen previo a su coronación, luego coloca la corona sobre la cabeza de la Santísima Virgen.

Estas coronitas son realizadas por los mismos misioneros que en oración las hacen con sus propias manos

Las imágenes son sostenidas por los mismos misioneros


  
Recordamos a la Hna Concepción, Haga Clic



  
Actividades formativas y recreativas


Luego de una profunda catequesis formativa, los misioneros con el Padre Sergio Fochesato compartimos un almuerzo colomados de alegría y llenos del Espiritu Santo que moldea nuestros corazones.




CUMPLIMOS 4 AÑOS MISIONANDO


Celebramos junto a Jesús y María nustros primeros 4 años de misión junto con nuestro guía espiritual.





El Padre Sergio Fochesato presidió la Santa Misa de acción de gracias por los 4 años de una actividad misionera que no se interrumpió ningún sábado, sólo el sábado santo de cada año

La imágen de la Santísima Virgen adornada con flores que exteriorizan la alegría que produce ver que despues de 4 años comprendimos "sirviéndote fiel mente en todo lo que me mandes"

La presencia de Jesús en la Eucaristía y la de María en su imagen, enmarcan la fiesta que estamos celebrando.

Durante la Santa Misa, rezamos y cantamos adorando a dios y nos consagramos todos juntos a la Inmaculada Madre


  
Luego de la Santa Misa algunos de los misioneros nos quedamos y compartimos un almuerzo a la canasta con alegría



Hoy con orgullo los Misioneros de la Inmaculada Madre seguimos perseverantes acompañando a nuestra Madre a visitar a sus hijos sufrientes






Los Frutos:

  • Entre los misioneros de la Inmaculada Madre, contamos con un Sacerdote que encontró el llamdo del Señor mientras acompañaba a María Santísima a visitar a sus hijos más queridos. Santiago te acompañamos con nuestras oraciones.
  • Poco después, Paz se desposó con el Señor que la llamaba desde el rostro de los enfermos, también rezamos por vos.


Otras Actividades: (Hacé clic en cada linck)

- Estrenamos oratorio y el vieje de la Hna concepción

- Encuentro misionero 2008

- El Padre Sergio cumple años de sacerdote, por supuesto celebramos y festejamos


Esperamos a todos los que se sientan llamados por el Señor a esta obra de su Infinita Misericordia.

"Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque estaba enfermo y me visitaron...

"Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos,
lo hicieron conmigo."
(Mt 25, 34 . 36 . 40)

   
15 6352-9021

viernes, 16 de marzo de 2012

CUARESMA - Para meditar



SIETE PALABRAS



       PRIMERA PALABRA

Padre perdónalos porque
no saben lo que hacen
(Lc. 23,34)
Jesús amado, que por amor mío agonizasteis en la cruz, a fin de pagar con vuestras penas la deuda de mis pecados, y abristeis vuestra divina boca para obtenerme el perdón de la justicia eterna: tened piedad de todos los fieles agonizantes y de mí en aquella hora postrera; y por los méritos de vuestra preciosísima Sangre derramada por nuestra salvación, concedednos un dolor tan vivo de nuestras culpas que nos haga morir en el seno de vuestra infinita misericordia.


Tres Gloria.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Dios mío, creo en Vos, espero en Vos, os amo y me arrepiento de haberos ofendido con mis pecados.




[Adorno]


        SEGUNDA PALABRA

En verdad, en verdad te digo:
hoy estarás conmigo en el Paraíso
(Lc. 23,43)

Jesús amado, que por amor mío agonizasteis en la cruz y que con tanta prontitud y liberalidad correspondisteis a la fe del buen ladrón que os reconoció por Hijo de Dios en medio de vuestras humillaciones, y le asegurasteis el Paraíso: tened piedad de todos los fieles agonizantes y de mi en aquella hora postrera; y por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, haced que revive en nuestro espíritu una fe tan firme y constante que no se incline a sugestión alguna del demonio, para que también nosotros alcancemos el premio del santo Paraíso.


Tres Gloria.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Dios mío, creo en Vos, espero en Vos os amo y me arrepiento de haberos ofendido con mis pecados.



[Adorno]

        TERCERA PALABRA

Mujer, he ahí a tu hijo;
hijo he ahí a tu madre
(Jn. 19, 26-27)

 Jesús amado, que por amor mío agonizasteis en la cruz y olvidando vuestros sufrimientos nos dejasteis en prenda de vuestro amor vuestra misma Madre Santísima para que por su medio podamos recurrir confiadamente a Vos en nuestras mayores necesidades: tened piedad de todos los fieles agonizantes y de mi en aquella hora postrera; y por el interior martirio de una tan amada Madre, reavivad en nuestro corazón la firme esperanza en los infinitos méritos de vuestra preciosísima Sangre, a fin de que podamos evitar la eterna condenación que tenemos merecida por nuestros pecados.


Tres Gloria.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Dios mío, creo en Vos, espero en Vos, os amo y me arrepiento de haberos ofendido con mis pecados.



[Adorno]

        CUARTA PALABRA

¡Dios mío, Dios mío!,
¿por qué me has abandonado?

(Mc. 15, 34; Mt. 27, 46)

 Jesús amado, que por amor mío agonizasteis en la cruz y que, añadiendo sufrimiento a sufrimiento, además de tantos dolores en el cuerpo, sufristeis con infinita paciencia la mas penosa aflicción de espíritu a causa del abandono de vuestro eterno Padre: tened piedad de todos los fieles agonizantes y de mi en aquella hora postrera; y por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, concedednos la gracia de sufrir con verdadera paciencia todos los dolores y congojas de nuestra agonía, a fin de que, unidas a las vuestras nuestras penas, podamos después participar de vuestra gloria en el Paraíso.


Tres Gloria.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Dios mío, creo en Vos, espero en Vos, os amo y me arrepiento de haberos ofendido con mis pecados.


[Adorno]

 
        QUINTA PALABRA

Tengo sed
(Jn. 19,28)

Jesús amado, que por amor mío agonizasteis en la cruz y que, no saciado aún con tantos vituperios y sufrimientos, quisierais sufrirlos todavía mayores para la salvación de todos los hombres, demostrando así que todo el torrente de Vuestra Pasión no es bastante para apagar la sed de vuestro amoroso Corazón: tened piedad de todos los fieles agonizantes y de mí en aquella hora postrera; y por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, encended tan vivo fuego de caridad en nuestro corazón que lo haga desfallecer con el deseo de unirse a Vos por toda la eternidad.


Tres Gloria.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Dios mío, creo en Vos, espero en Vos os amo y me arrepiento de
                                                          haberos ofendido con mis pecados.


[Adorno]

 
         SEXTA PALABRA

Todo está cumplido
(Jn. 19, 30)

Jesús amado, que por amor mío agonizasteis en la cruz y desde esta cátedra de verdad anunciasteis el cumplimiento de la obra de nuestra Redención, por la que, de hijos de ira y perdición, fuimos hechos hijos de Dios y herederos del cielo; tened piedad de todos los fieles agonizantes y de mí en aquella hora postrera; y por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, desprendednos por completo así del mundo como de nosotros mismos; y en el momento de nuestra agonía, dadnos gracia para ofreceros de corazón el sacrificio de la vida en expiación de nuestros pecados.

Tres Gloria.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Dios mío, creo en Vos, espero en Vos, os amo y me arrepiento de haberos ofendido con mis pecados.


 
[Adorno]
        
       SÉPTIMA PALABRA


Padre, en tus manos
encominendo mi espíritu
(Lc. 23, 46)

Jesús amado, que por amor mío agonizasteis en la cruz, y que en cumplimiento de tan grande sacrificio aceptasteis la voluntad del Eterno Padre al encomendar en sus manos vuestro espíritu para enseguida inclinar la cabeza y morir: tened piedad de todos los fieles agonizantes y de mí en aquella hora postrera; y por los méritos de vuestra preciosísima Sangre, otorgadnos en nuestra agonía una perfecta conformidad a vuestra divina voluntad, a fin de que estemos dispuestos a vivir o a morir según sea a Vos más agradable; y que no suspiremos para nada más que por el perfecto cumplimiento en nosotros de vuestra adorable voluntad.


Tres Gloria.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Dios mío, creo en Vos, espero en Vos, os amo y me arrepiento de haberos ofendido con mis pecados.


 

[Adorno]
 

ORACIÓN A LA VIRGEN DOLOROSA



 
Madre Santísima de los Dolores, por el intenso martirio que sufristeis al pie de la Cruz durante las tres horas de agonía de Jesús, dignaos en nuestra agonía asistirnos a todos los que somos hijos de vuestros dolores, a fin de que con vuestra intercesión, podamos pasar del lecho de muerte a ser vuestra corona en el santo Paraíso. Amén.

V. De muerte súbita e imprevista.

R. Líbranos, Señor.

V. De las insidias del diablo.

R. Líbranos, Señor.

V. De la muerte eterna.

R. Líbranos, Señor.


Oración final.


Oh Dios, que en la muerte dolorosísima de vuestro Hijo habéis constituido un ejemplo y un auxilio para la salvación del linaje humano: concedednos, os rogamos, que en el peligro último de nuestra muerte merezcamos alcanzar el efecto de tan grande caridad y entrar en la gloria del Redentor. Por el mismo Jesucristo Señor nuestro. Amén.